A lo largo de la
historia, numerosos investigadores han investigado el desarrollo y la evolución
del dibujo infantil. Éste ha sido objeto de estudio desde diversas perspectivas
para encontrar el significado de las los dibujos infantiles, así como su
evolución y su forma de detallar objetos, acontecimientos o el entorno que
rodea al individuo.
- Viktor
Lowenfeld y Lambert Brittain: Haciendo referencia a la obra de Lowenfeld y
Brittain (1972), podemos afirmar que el dibujo infantil varía con la a la
evolución de los niños y su madurez intelectual. Este autor, desarrolla un
enfoque evolutivo del dibujo infantil. Los dibujos infantiles atraviesan
diferentes etapas, desde de los primeros trazos de un niño, hasta los trabajos
de la adolescencia. Con esto se podemos concluir que el arte en los niños está
en continua evolución, en la cual influyen diferentes aspectos de la vida del
individuo, como pueden ser, entre otros: la personalidad, el entorno, las
circunstancias individuales de cada uno… Según Lowenfeld y Brittain (1972)
existen diferentes etapas por las que pasan todos los dibujos infantiles, ya
que según afirma los niños dibujan de manera predecible. Las etapas que
diferencia Lowenfeld son: Garabato (desde los 2 a los 4 años): estas son las
primeras producciones de los niños, son los primeros trazos que estos realizan.
En esta etapa los individuos desarrollan un movimiento kinestésico del brazo,
con el que crean trazos en distintas direcciones sin un sentido determinado.
Para este autor el dibujo comienza a cobrar sentido a partir de los 4 años,
cuando empezamos a reconocer las primeras formas dibujadas por los niños. Según
Lowenfeld (1961) esta etapa
del garabato se divide en tres etapas diferentes:
Garabato sin
control o garabateo desordenado: en este momento el niño dibuja por el mero
placer del movimiento de su brazo y el rastro que deja el material con el que
está dibujando, lo hace sin ninguna otra finalidad que esa. En esta etapa el
niño pinta por todo el espacio disponible sin apenas presentar en ocasiones
coordinación óculo-manual.
Garabateo con
nombre: en esta tercera etapa el niño pone nombre a lo que está representando
en el dibujo y lo relaciona con el entorno que le rodea, así lo da un
significado. El movimiento que desarrolla ahora deja de ser kinestésico para
convertirse en imaginativo. La mayoría de los trazos van acompañados por una
explicación verbal. En e
sta última etapa del garabato se desarrollan trazos más amplios con
diferentes formas: circulares, líneas rectas (verticales y horizontales)… Para
finalizar esta etapa Lowenfeld hace una reflexión a cerca de ella, en la que
afirma que el garabato es un medio de comunicación en el que el niño comunica
sus sentimientos respecto a ciertas cosas de su entorno.
Etapa del
realismo (de los 9 a los 11años): en este momento aparece la intencionalidad
del individuo por representar la realidad tal y como él la ve. Aparecen
detalles y herramientas hasta entonces desconocidos, como la tercera dimensión,
las trasparencias, la superposición, aparece también la línea que marca el
horizonte y detalles en los personajes que aparecen en las obras, en la figura
humana comienza la diferenciación entre las mujeres y los hombres, sus
atributos y sus maneras diferentes de vestir. En cuanto al color en esta etapa
se descubre y se aplica el color real de las cosas representadas.
Pseudorealismo
(desde los 11 a los 14 años): esta es la etapa en la que se aprecia el
desarrollo del razonamiento de la persona. En este momento concluye la
espontaneidad de la actividad plástica de los niños, creando de esta manera una
visión crítica de las obras, los dibujos se acercan al mundo adulto, ya que las
personas que los elaboran ya no son niños, sino adolescentes.
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