El diseño es una disciplina de anticipación, es por ello que el dibujo constituye una herramienta muy valiosa e irremplazable durante el proceso de creación. Con él nos ayudaremos a la hora de lograr el resultado más aproximado posible al producto que hemos diseñado. Por eso, el dibujo debe estar ajustado a la realidad. Formarnos en esta disciplina a través de la práctica de la misma es fundamental para ser buenos diseñadores en el futuro.
Las ideas más originales siempre se han realizado por primera vez en forma de boceto o croquis a mano alzada. Sin embargo, hoy en día, el uso de los programas de diseño ha hecho que releguemos a un segundo plano el contacto con la base del diseño: el dibujo. Esto se traduce en falta de originalidad y falta de capacidad del diseñador a la hora de representar sus ideas más creativas.
Si el diseñador es capaz de trasladar sus ideas a un soporte gráfico mediante el dibujo a mano alzada será más libre a la hora de crear y no tendrá que atenerse de manera irremediable a lo que le ofrece internet o las galerías de cliparts.
Pero, a pesar de lo antigua que es la herramienta del boceto, no se trata de estar en contra de los avances tecnológicos, al contrario. El dibujo se ha ido adaptando a los sucesos históricos y sigue haciéndolo. Si en la Historia del Arte se empezó dibujando sobre roca con los dedos y sangre, hoy en día seguimos dibujando, aunque lo hagamos sobre tabletas gráficas y frente a un ordenador.
A pesar de las enormes ventajas que ofrece la utilización de softwares especializados de diseño no se puede creer que la posibilidad de utilizar éstos de manera avanzada nos va a convertir en diseñadores excepcionales por arte de magia.
Un proyecto de diseño requiere mucho más que eso. Antes de nada, debemos ser capaces de conceptualizar y así poder interpretar gráficamente un diseño. Y para desarrollar nuestras ideas debemos recurrir al boceto desde la etapa inicial del proceso. Si no, no podremos definir nuestro concepto creativo, no seremos capaces de desarrollar nuestra idea, la que vive en el interior de nuestra mente y transportarla así al mundo real mediante el dibujo, parte fundamental en el desarrollo de un proyecto.
El dibujo puede servirnos como ayuda en muchas y diferentes ocasiones, no sólo en el proceso creativo, sino también como representación técnica.
El dibujo en el proceso creativo aparece
- Cuando generamos ideas en forma de pequeños dibujos sin detalle alguno.
- Al desarrollar más a fondo una idea con dibujos de mayor tamaño y detalle con el que podemos ir resolviendo los problemas de diseño que se vayan presentando.
- En detalles a mayor escala de elementos complejos que hay que resolver.
- Cuando se hace necesario representar al usuario utilizando el objeto, para ilustrar el uso del mismo.
El dibujo técnico aparece
- Al tener que representar las especificaciones técnicas para la fabricación del producto, mostrando aquí las medidas reales del objeto, detalles, especificaciones de fabricación,…
En conclusión, aprender las distintas técnicas de representación de un producto a base de bocetos, croquis a mano alzada y dibujo técnico es de gran importancia para permitirnos crear de una manera más original y comunicarnos de manera efectiva.
Aprender las técnicas de representación de un producto es de gran importancia pues nos permite pensar de diferente manera, nos hace ser más observadores, aumenta nuestra creatividad, y nos ayuda a comunicarnos eficazmente.
https://www.eade.es/blog/185-la-importancia-del-dibujo-en-el-diseno
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