A través del dibujo, incluso desde los primeros
garabatos, los niños expresan algunos rasgos de su personalidad como sus
miedos, sus emociones y su forma de ver el mundo.
Reflejan su mundo interior, cómo se ven dentro de
la familia, la relación con sus pares, cómo se sienten en un momento dado, si
hay algo que les inquieta… Por eso, poder comprender lo que nos dicen
los niños a través del dibujo es una herramienta más que tenemos los
padres para conocer mejor y ayudar a nuestros hijos.
Cada niño tiene una forma particular de dibujar,
no sólo el tema que dibuja, sino también la manera de coger el lápiz, de ocupar
el espacio en la hoja, cosas que nos dicen mucho sobre su personalidad.
Conozcamos algunas claves para
interpretar los dibujos de los niños.
·
Cómo sujeta el lápiz
Una de las primeras cosas que hay que observar es
cómo sujeta el niño el lápiz entre sus dedos. Si la sujeción es suelta,
vemos a un niño relajado, tranquilo, mientras que si es apretada denota
tensión o nerviosismo.
El niño suele dibujarse siempre en el
centro de la hoja, un modo de percibirse el centro del mundo, algo natural
en los pequeños, mientras que alrededor ubica a las representaciones simbólicas
relacionadas con su yo.
La forma en que ocupa el espacio nos habla sobre
la manera en la que el niño actúa ante el mundo. Si dibuja en toda la hoja es
un niño más extrovertido, dinámico, participativo, mientras que un niño más
retraído, tímido e inhibido ocupa un pequeña parte de la hoja.
A veces el niño ocupa la hoja deliberadamente, es
decir que a veces dibuja en el centro y otras en una esquina, sin orden alguno.
Es frecuente en niños irritables, con constantes cambios de humor y que
normalmente se distrae con facilidad.
·
El trazo
La presión que ejerce el niño en
el trazo es una señal muy importante que refleja su temperamento.
Un trazo firme y continuo demuestra
una personalidad segura con confianza en sí mismo. Una buena presión indica
entusiasmo, voluntad y necesitad de movimiento.
Por su parte, un trazo incierto y
tembloroso demuestra una personalidad que necesita reasegurarse y
busca constantemente la aprobación de los demás. Suelen ser niños más sensibles
con baja tolerancia a las frustraciones. Un trazo débil, puede indicar también
cansancio o falta de voluntad.
Cuando el trazo es excesivamente fuerte y marcado
denota agresividad.
·
La forma de los trazos
Como sucede con la escritura, los trazos
continuos de formas redondeadasdemuestran un estado afectivo sereno,
conciliador. Suelen denotar un espíritu dócil.
Por su parte, los trazos interrumpidos de
formas quebradas y puntiagudasdemuestran tensión, impulsividad y
desconfianza hacia los demás.
·
Tachaduras y borrones
Hay niños en cuyos dibujos suelen encontrarse con
mucha frecuencia tachaduras o marcas de borrones que se repiten
constantemente. Se trata de niños con baja autoestima, que manifiestan a
través de ellos una falta de confianza en sí mismos, están inseguros de lo que
hacen.
·
La elección de los colores
Es el modo de expresar como se planta el
niño ante la vida, si utiliza muchos colores demostrando alegría de vivir,
curiosidad y motivación, o por el contrario si elige siempre los mismos colores
demostrando cierta inseguridad.
Los niños más entusiastas, los histriónicos y
extrovertidos suelen preferir los colores cálidos y vivaces, a veces
complementarios como azules o verdes.
Un niño demasiado irritable puede mezclar
demasiado los colores, pintado uno encima del otro haciéndolos casi
irreconocibles.
Un niño sentimental, siente predilección por los
colores fríos y oscuros, mientras que un niño temeroso no suele colorear los
dibujos y el obsesivo los elige con exceso cuidado sin desbordarse nunca.
·
Los temas del dibujo
El dibujo libre, es decir, que los niños dibujen
lo que ellos deseen, es una buena forma de que expresen sus deseos y
motivaciones en un momento dado, pero los temas que más nos ayudan a conocer
mejor cómo se ven ellos ante el mundo son: un árbol, la figura humana y
la familia.
El dibujo del árbol, según el “test
de Koch” utilizado en psicología significa la proyección simbólica de la imagen
de la persona. Las raíces están relacionadas con los afectos, lo que alimenta
al árbol, el tronco con el yo personal y la copa, con el contacto con el mundo
exterior.
En el dibujo de la figura humana encontramos
señales que el niño nos transmite sobre él mismo y las personas que le
rodean.
Las dimensiones de la cabeza en relación con el
cuerpo, si dibuja o no las extremidades, si la figura tiene proporción o no, si
tiene características muy remarcadas como unos ojos demasiado grandes o dientes
puntiagudos, si rellena o no la figura…. Son algunas expresiones de sus
sentimientos, emociones o miedos.
A través del dibujo de la familia el
niño demuestra su situación afectiva y emocional dentro de la estructura
familiar.
Si aparece o no en el dibujo, el orden en el que
aparece, si dibuja a todos los miembros (o excluye a algún padre o hermano), el
tamaño en el que dibuja a cada uno, si los miembros de la familia están unidos
o dispersos, si se están tocando o no… Son algunas expresiones relacionadas con
el miedo a perder el afecto de los padres, con los celos entre hermanos, con la
necesidad de protección, etc.
Esto es una aproximación a grandes rasgos sobre
el significado de los dibujos de los niños. No debemos generalizarlas pues cada
niño es especial, así que si hay algo que te inquiete especialmente sobre tu
hijo, hay especialistas a los que puedes recurrir.
Espero que estas claves para interpretar
los dibujos de los niños os ayuden a conocer un poco mejor a vuestros
hijos a través de los mensajes que ellos envían.
Cabe aclarar que los niños pueden
ir modificando o alternando su forma de dibujar según el momento que estén
viviendo. La clave está en detectar posibles miedos, ansiedades y
preocupaciones para poder ayudarlos a superarlas.
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